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Patologías más frecuentemente tratadas:
Ligamentos o un anillo cartilaginoso (rodete glenoideo) dañado o roto.
Inestabilidad del hombro, donde la articulación del hombro está suelta y se desliza demasiado o se disloca.
Un tendón del bíceps dañado o roto.
Un manguito de los rotadores roto.
Una calcificación de alguno de los tendones del manguito o inflamación alrededor del manguito de los rotadores.
Inflamación o daño en el revestimiento de la articulación, generalmente causado por una enfermedad, como la artritis reumatoidea, sinovitis o la condromatosis sinovial.
Artritis del extremo de la clavícula.
Tejido suelto que necesita ser retirado.
Síndrome de pinzamiento del hombro (que puede necesitar abrir más espacio para que el hombro se mueva sin que los tejidos rocen entre ellos).
Artrosis de hombro (primarias, tras fracturas o lesiones crónicas del manguito).
Las pruebas diagnósticas habitualmente utilizadas son las radiografías, las ecografías, la TC y las RM, en función de la afección que se esté estudiando.
El tratamiento de esta patología requiere diferentes tipos de accesos quirúrgicos así como el uso de la artroscopia del hombro como método de tratamiento mínimamente invasivo. En ocasiones según la patología está indicada la utilización de infiltraciones (esteroides, Ácido hialurónico, plasma rico en plaquetas-PRP) que nos permiten curar según que patologías y en ocasiones mejorar el dolor en los proceso de recuperación.