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Si su rodilla está severamente dañada por una artritis o una lesión, le puede resultar difícil realizar actividades simples, como caminar o subir escaleras. Usted puede sentir dolor incluso mientras está sentado o acostado.
Si los tratamientos no quirúrgicos como los medicamentos y usar soportes para caminar ya no ayudan, tal vez usted querría considerar la cirugía de reemplazo total de rodilla. La cirugía de reemplazo articular es un procedimiento seguro y efectivo para aliviar el dolor, corregir la deformidad de la pierna y ayudarlo a retomar las actividades normales.
Causas de dolor en la rodilla:
Osteoartrosis. Este es un tipo de artritis de "uso y desgaste" relacionada con la edad. Por lo general ocurre en personas de 50 años de edad o mayores, pero puede ocurrir en personas más jóvenes también. El cartílago que acolcha los huesos de la rodilla se ablanda y se desgasta. Los huesos entonces frotan uno con otro, causando dolor y rigidez de la rodilla.La decisión de someterse a cirugía de reemplazo total de rodilla debe ser una decisión colaborativa entre usted, su familia y su cirujano ortopédico. Su médico podría derivarlo a un cirujano ortopédico para una evaluación completa para determinar si usted se podría beneficiar de esta cirugía.
Hay varias razones por las que su médico podría recomendar la cirugía de reemplazo de rodilla. Las personas que se benefician de la cirugía de reemplazo total de rodilla a menudo tienen:
Dolor severo o rigidez de la rodilla con limitación de las actividades cotidianas, incluyendo caminar, subir escaleras, sentarse y levantarse de una silla.No hay restricciones absolutas de peso ni de edad para el reemplazo total de rodilla.
Las recomendaciones para la cirugía se basan en el dolor y discapacidad de un paciente, no en la edad. La mayoría de los pacientes que se someten a reemplazo total de rodilla tienen entre 50 y 80 años, pero los cirujanos ortopédicos evalúan a los pacientes individualmente. Se han realizado reemplazos totales de rodilla con éxito en todas las edades, desde el joven adolescente con artritis juvenil hasta el paciente anciano con artritis degenerativa.
La tasa de complicaciones después de la prótesis total de rodilla es baja. Las complicaciones serias, como infección de la articulación de la rodilla, ocurren en menos del 2% de los pacientes. Complicaciones médicas mayores, como ataque cardíaco o el embolismo, ocurren con menos frecuencia aún. Ciertas enfermedades crónicas pueden aumentar el potencial de complicaciones. Aunque son poco comunes, cuando estas complicaciones ocurren pueden prolongar o limitar la recuperación completa. Discuta sus preocupaciones con total franqueza con su cirujano ortopédico antes de la cirugía.
Un factor importante en la decisión de someterse a la cirugía de reemplazo total de rodilla es entender lo que la intervención puede y no puede hacer.
Más del 90% de las personas que se someten a cirugía de prótesis total de rodilla experimentan una reducción drástica del dolor de rodilla y una mejoría significativa en la capacidad de realizar actividades comunes en la vida diaria. Pero el reemplazo total de rodilla no le permitirá hacer más de lo que usted hacía antes de desarrollar la artrosis.
La actividad excesiva o el peso pueden acelerar este desgaste normal y pueden causa que el reemplazo de rodilla se afloje y se torne doloroso. Por lo tanto, la mayoría de los cirujanos desaconsejan las actividades de alto impacto como correr, trotar, saltar u otros deportes de alto impacto por el resto de su vida después de la cirugía. Actividades normales después de una prótesis total de rodilla incluyen caminar sin límite, nadar, jugar al golf, conducir automóviles, senderismo liviano, montar en bicicleta, baile de salón y otros deportes de bajo impacto.
Actualmente, más del 90% de las prótesis totales de rodilla siguen funcionando bien 15 años después de la cirugía. Siguiendo las instrucciones de su cirujano ortopédico después de la cirugía y teniendo cuidado de proteger su reemplazo de rodilla y su salud general son maneras importantes en las que puede contribuir al éxito final de su cirugía.