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Una cirugía de artrodesis vertebral está diseñada para detener el movimiento en un segmento vertebral doloroso, que a su vez debería disminuir el dolor que se genera desde la articulación.
Hay muchos enfoques para la cirugía de artrodesis lumbar, y todos implican el siguiente proceso:
En cada nivel de la columna vertebral hay un espacio intervertebral en la parte anterior y un par de articulaciones facetarias en la parte posterior. Estas estructuras funcionan juntas, definen un segmento de movimiento y permiten varios grados de movimientos.
Dos segmentos vertebrales deben estar fusionados para detener el movimiento en un segmento, de manera que una artrodesis vertebral L4-L5 (segmento lumbar 4 y segmento lumbar 5) es en realidad una fusión de un solo nivel. Una artrodesis L4-L5, L5-S1 es una fusión de 2 niveles.
Para los pacientes con las siguientes afecciones, si el movimiento anormal y excesivo en un segmento vertebral produce dolor intenso e incapacidad para funcionar, puede considerarse realizar una artrodesis lumbar:
Enfermedad degenerativa del disco lumbar.Otras afecciones que pueden tratarse mediante una cirugía de artrodesis vertebral son debilidad o inestabilidad de la columna vertebral (causada por infecciones o tumores), fracturas, escoliosis o deformidad.
La cirugía de la columna lumbar es compleja y se halla sometida a riesgos y complicaciones particularmente en las reintervenciones por fracaso de cirugías previas. Se pueden producir lesiones nerviosas, fugas de líquido cefalorraquídeo, infecciones, fracaso del material implantado, fracaso de la artrodesis por falta de integración del injerto y el consiguiente deterioro del material de osteosíntesis implantado. Ello comporta una técnica depurada y el buen criterio del cirujano para actuar en cada momento de acuerdo con los requerimientos de la patología del paciente.
Es importante señalar que con cualquier tipo de artrodesis vertebral existe el riesgo de fracaso clínico (lo que significa que el dolor del paciente no desaparece) a pesar de lograr una fusión exitosa.
La cirugía lumbar bien indicada y ejecutada con técnica correcta da buenos resultados. La liberación de las raíces afectadas y la resección de macizos articulares constituyen los elementos básicos para llegar a la curación del cuadro lumbálgico, lumbociatálgico, polirradiculálgico o claudicante. Se incorpora material de osteosíntesis para estabilizar e inmovilizar los segmentos vertebrales debilitados y se añade injerto óseo para que el montaje sea permanente. Independientemente del tiempo quirúrgico más o menos prolongado, una vez liberada y estabilizada la columna, el paciente se puede incorporar y deambular dentro de las primeras 24 horas. Se considera el tiempo de curación del proceso en 5-7 meses, una vez conseguida la incorporación del injerto y la remisión de la clínica que motivó la cirugía.